Cada año, la flor de cempasúchil se convierte en protagonista de los altares y cementerios durante el Día de Muertos, llenando los espacios con su aroma inconfundible y su color dorado. Sin embargo, una vez que termina la celebración, muchos desconocen que esta flor puede tener una segunda vida más allá del altar. Lejos de ser desecho, el cempasúchil posee propiedades medicinales, usos ecológicos y hasta aplicaciones artísticas que permiten aprovecharlo al máximo.
Originaria de México, esta planta sagrada ha acompañado las tradiciones desde tiempos prehispánicos y sigue siendo símbolo de conexión con los seres queridos que partieron. Pero además de su valor espiritual, el cempasúchil es una fuente natural de pigmentos, aceites y compuestos repelentes de insectos. Por ello, especialistas en botánica y sostenibilidad recomiendan no tirarla, sino transformarla en productos útiles para el hogar o el jardín.
A continuación te compartimos las mejores formas de reutilizar la flor de cempasúchil después del Día de Muertos, ya sea como insecticida natural, colorante ecológico o fuente de semillas para nuevas siembras. De esta manera, contribuyes al cuidado del medio ambiente y mantienes viva una tradición ancestral durante todo el año.
Insecticida orgánico de cempasúchil: la segunda vida de esta flor
El cempasúchil contiene compuestos naturales que ayudan a repeler insectos sin necesidad de utilizar químicos dañinos. Una forma práctica de aprovechar las flores secas del altar es elaborando un insecticida orgánico. Para hacerlo, basta con:
- Macerar un kilo de hojas y tallos en un litro de agua
- Dejar reposar la mezcla por un día
- Diluirl la mezcla en 10 o 11 litros más de agua
Este preparado se puede aplicar directamente sobre las plantas del jardín o huerto, protegiéndolas de plagas y malezas. Además de ser una opción económica, contribuye a mantener un entorno más saludable y ecológico, evitando el uso de pesticidas comerciales que afectan la biodiversidad y los polinizadores.
¿Hacer colorante natural y pintura artesanal con cempasúchil?
Otra alternativa para darle una segunda vida al cempasúchil es usarlo como colorante natural. Sus pétalos desprenden un tono amarillo intenso ideal para teñir telas, papel artesanal o incluso para crear pigmentos artísticos. Solo se necesita:
- Hervir un puñado de pétalos en agua
- Sumergir la prenda o el material que desees teñir durante unos minutos.
Si se busca obtener una pintura, basta con reducir la cantidad de agua y aumentar la proporción de pétalos. El resultado es una acuarela líquida natural, perfecta para proyectos decorativos, murales o manualidades inspiradas en la tradición mexicana. Esta práctica además rescata el valor cultural de los tintes naturales que, como el cempasúchil o la cochinilla, han formado parte del arte popular durante siglos.
Recolección de semillas y usos medicinales
Una vez que la flor se seca, sus semillas pueden recolectarse y almacenarse para el siguiente ciclo de siembra. Solo hay que dejarlas al sol hasta que se desprendan fácilmente y guardarlas en un frasco seco. Estas semillas no solo permitirán cultivar nuevas plantas para el próximo Día de Muertos, sino que también sirven para atraer abejas y mariposas, fortaleciendo la biodiversidad local.
Además, el cempasúchil tiene propiedades medicinales reconocidas desde la época prehispánica. En infusión, se ha utilizado para aliviar molestias digestivas, fiebre, tos y problemas de la piel. En comunidades rurales de México, aún se emplea como remedio natural por su efecto calmante y antiinflamatorio. Su nombre náhuatl, Cempohualxochitl, significa “flor de veinte pétalos”, reflejando su riqueza simbólica y curativa.