La Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), a través de la Facultad de Enfermería, llevó a cabo la Ceremonia de Entrega de Carta de Pasante y Paso de la Luz de la LXIV Generación de la Licenciatura en Enfermería, un acto simbólico que honra el inicio de la vida profesional de 41 nuevos pasantes comprometidos con el arte y la ciencia del cuidado.
La ceremonia, cargada de historia y significado, evocó el legado de Florence Nightingale, figura emblemática de la enfermería moderna, cuya dedicación durante la guerra de Crimea dio origen al icónico símbolo de la luz.
La tradición del “Paso de la Luz”, dirigida por los padrinos de la generación, Verónica Isabel Uc Carrillo y Aldo Emmanuel Quijano Medina, marcó el momento más esperado por el estudiantado, al representar la transmisión del conocimiento, la vocación y el compromiso ético inherentes a la profesión.
El rector de la UADY, Carlos Alberto Estrada Pinto, expresó el honor de acompañar esta ceremonia, la cual calificó como una de las más significativas para la institución por su profundo simbolismo y su estrecha conexión con la esencia humanista de la universidad.
Reconoció el acompañamiento de autoridades del sector salud, colegios profesionales y directivos universitarios, destacando la valiosa vinculación que permite una formación sólida y de alta calidad para los futuros profesionales. Subrayó el esfuerzo del personal académico y administrativo de la Facultad de Enfermería, así como la importancia de los proyectos de investigación y de vinculación que impactan a comunidades y grupos vulnerables.
Asimismo, felicitó a los pasantes por concluir una trayectoria rigurosa, marcada por el sacrificio, el esfuerzo y la determinación y les recordó que su ingreso a la facultad fue producto de un proceso altamente competitivo y que, durante su formación, enfrentaron exigencias académicas que combinan ciencia, práctica, humanismo y valores institucionales.
La directora de la Facultad de Enfermería, Dallany Trinidad Tun González, dirigió un emotivo mensaje en el que reconoció el compromiso del equipo académico y administrativo, así como la labor de quienes hicieron posible la organización de esta ceremonia.
Dirigiéndose a la generación, la directora destacó que este acto simboliza el inicio de una misión profundamente humana y ética, “la enfermería es ciencia y arte, pero sobre todo un servicio que requiere sensibilidad, vocación y responsabilidad; los logros académicos, culturales, deportivos y de movilidad internacional de los pasantes, quienes han demostrado excelencia en diversos ámbitos”.
Además, enfatizó la importancia de la ética profesional en la práctica del cuidado, recordando la responsabilidad de proteger la dignidad humana, garantizar la confidencialidad, promover la equidad y ejercer con integridad, en ese sentido, invitó a las y los egresados a continuar su formación mediante estudios de posgrado, en un contexto donde la enfermería se transforma y exige profesionales preparados para asumir roles ampliados en todos los niveles de atención.
En representación de la generación, la pasante Belén Noemí Pech Pinzón compartió un mensaje lleno de gratitud y reflexión y rememoró los inicios del grupo, las incertidumbres, el crecimiento y los retos superados dentro y fuera del aula.
Subrayó cómo la vocación tomó forma a través de la práctica clínica, donde aprendieron a transformar el conocimiento en cuidado humano y empático.
Estamos listos para llevar nuestra vocación a cada lugar donde se necesite. La enfermería de mañana está en nuestras manos”, afirmó.
Durante la ceremonia también se entregaron reconocimientos a los mejores promedios de la generación: tercer lugar para Jacinto de Alba Lizeth Ivonne con 94.96; segundo lugar para Rodríguez Gil María Belém con 95.01; y primer lugar para Pech Pinzón Belén Noemí con 95.37, quien también fungió como oradora en representación de su grupo.