El ministro del Gobierno Local y Desarrollo Comunitario de Jamaica, Desmond McKenzie, declaró al país como una “zona catastrófica” por los estragos causados por el paso del huracán Melissa.
Mientras el fenómeno sigue su paso por el Caribe, McKenzie detalló, en rueda de prensa, que entre las zonas más afectadas por el huracán están Black River y Manchester, y que más de 25,000 personas buscaron refugio, casi el doble de las que se habían reportado el martes.
El gobierno ha pedido que los refugios se mantengan en operación, a la espera de que lleguen más personas afectadas por el desastre.
Las autoridades rechazaron dar nuevos datos de personas fallecidas, además de los tres que habían sido reportados el lunes, porque no han recibido información, según argumentan.
La potencia de Melissa
Melissa llega en el segundo escalón de los huracanes más fuertes del Atlántico desde que se iniciaron los registros, en 1851. Con sus vientos máximos sostenidos de 298 kilómetros por hora, se coloca detrás de Allen, en 1980, que alcanzó vientos de 305 kilómetros por hora.
Antes, otros dos huracanes en la historia habían tenido vientos tan fuertes como Melissa al tocar tierra. Melissa azotó la costa cerca de New Hope, Jamaica, con vientos de hasta 298 km/h. Esto la coloca junto al huracán Dorian, de 2019, en las Bahamas, y el huracán de los Cayos de Florida de 1935.
Pero Melissa sí es el huracán más potente que ha tocado tierra en Jamaica, donde impactó con vientos 88 km/h más fuertes que Gilberto, el huracán más fuerte que había azotado el país hasta el 28 de octubre de 2025. Gilberto azotó el sureste de Jamaica en septiembre de 1988 como huracán de categoría 4, con vientos de hasta 209 km/h.
Melissa fue el tercer huracán de categoría 5 en la temporada de 2025. Los otros dos fueron el huracán Erin en agosto y el huracán Humberto en septiembre, y constituyen el mayor número registrado en una sola temporada.
¿Qué hizo de Melissa un huracán tan potente?
Especialistas de la agencia meteorológica de la ONU han explicado que hubo varias razones para que Melissa fuera es un huracán particularmente poderoso
Movimiento lento
El movimiento del huracán Melissa fue particularmente lento mientras avanzaba hacia Jamaica.
Durante varias horas, se desplazó a una velocidad de entre 3 y 6 km/h, por lo que sus vientos y bandas nubosas se quedaron mucho sobre áreas particulares, descargando lluvias torrenciales y soplando vientos destructivos de manera prolongada. También contribuyó a la generación de marejadas y al aumento del nivel del mar.
Otros huracanes, se avanzan a una velocidad entre 10 y 20 kilómetros por hora, por lo que la cantidad de agua que descargan genera inundaciones menos severas.
Uno de los ejemplos más famosos de esto es el huracán Harvey en 2017, que se estancó sobre la ciudad de Houston, en Estados Unidos, y descargó 100 cm de lluvia en solo tres días, provocando inundaciones catastróficas.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos había advertido que Jamaica podría recibir entre 38 y 76 cm de lluvia, con hasta un metro en algunas zonas montañosas.
Jamaica tiene muchos puntos de tierras bajas que lo hacen propenso a inundaciones repentinas, no solo por las lluvias, sino también por la marejada ciclónica y por el agua que baja de las montañas.
Aguas más cálidas
Los huracanes necesitan aguas cálidas para alimentarse, y el aumento de la temperatura en la superficie del mar inyectó energía adicional al sistema de tormentas.
Las aguas del Caribe occidental se encuentran actualmente cerca de los 30 °C, entre dos y tres grados por encima del promedio para la época del año. Melissa se intensificó con especial rapidez. La velocidad de los vientos de la tormenta aumentó de 115 km/h a 223 km/h el domingo, antes de alcanzar los 298 km/h el martes.
Ausencia de cizalladura (o cortante) del viento
Los vientos atmosféricos que rodean al huracán no cambian mucho con la altura, y esta ausencia de cizalladura del viento ha sido fundamental para su amplio crecimiento.
Cuando la cortante del viento es mayor (es decir, cuanto mayor es el cambio de velocidad o dirección del viento en una distancia corta, que puede ser vertical u horizontal) tiende a desintegrar las tormentas y a debilitarlas. Melissa continuó su desarrollo sin ese factor de debilitamiento durante varios días. La presión atmosférica central de la tormenta descendió a 901 milibares según el aviso del NHC del martes por la mañana, justo por debajo de los 902 milibares del devastador huracán Katrina que arrasó partes Estados Unidos en 2005.
Cuanto menor es la presión, más violentos son los vientos, lo que convierte a esta tormenta en uno de los sistemas más potentes que se han formado en el Atlántico.
¿Es efecto del cambio climático?
Algunas investigaciones sugieren que los huracanes se mueven ahora más lentamente que antes. Eso significa que es probable que más tormentas como Melissa se estanquen sobre la tierra que golpean.
En su reciente informe informe de evaluación, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) concluyó que "es probable que la proporción de ciclones tropicales de categoría 4-5 aumente a nivel mundial con el calentamiento".
Un estudio de World Weather Attribution, que analizó el huracán Milton el año pasado, descubrió que el cambio climático hizo que los vientos fueran un 10% más fuertes y las lluvias entre 20-30% más intensas.
Aun así, la intensidad de Melissa será revisada por el Centro Nacional de Huracanes en los próximos meses, por lo que su posición final en la historia está en el aire.