La comunidad pesquera de Celestún vive un momento de optimismo tras darse a conocer el posible hallazgo de un ejemplar de pepino de mar dentro del Refugio Pesquero de la zona, una especie que no se avistaba desde hace más de 10 años. Este descubrimiento ha generado gran expectativa tanto entre los pescadores como en la comunidad científica, que lo ven como una señal de recuperación ambiental.
El hallazgo fue confirmado por el Comité de la Zona del Refugio Pesquero de Celestún (ZRPC), que reportó la aparición de un pequeño ejemplar durante un recorrido en el polígono del refugio. La noticia representa una luz de esperanza para un ecosistema que ha sufrido los estragos de la sobreexplotación y la pesca ilegal, factores que llevaron a la desaparición del pepino de mar en esta región del litoral yucateco.
El descubrimiento también abre la puerta a nuevas investigaciones y posibles estrategias de conservación. Expertos consideran que, de confirmarse científicamente, este hallazgo podría marcar un punto de inflexión en los esfuerzos por restaurar la biodiversidad marina en Celestún, un sitio emblemático por su riqueza ecológica.
Posible reaparición del pepino de mar en Celestún
Durante un recorrido de monitoreo, pescadores, académicos y representantes de la Universidad Marista localizaron un ejemplar que podría pertenecer a la especie Isostichopus badionotus, conocida comúnmente como pepino de mar. El equipo de investigación estuvo encabezado por el doctor Raúl Villanueva y el doctorante Omar Sánchez, quienes indicaron que el espécimen encontrado medía apenas una pulgada.
Villanueva precisó que, aunque el organismo tiene características similares al pepino de mar comercial, será necesario realizar estudios genéticos y morfológicos para confirmar su identidad. “Nos topamos con un organismo que en apariencia podría ser, pero necesitamos análisis más profundos y complejos para poder tener la certeza de que es Badionotus”, explicó el investigador.
La “fiebre” que llevó a la desaparición del pepino de mar
El presidente de la ZRPC, Ricardo Novelo, recordó que hace una década la alta demanda internacional de esta especie generó una intensa actividad pesquera, conocida como la “fiebre del pepino de mar”. Este auge provocó una extracción masiva y sin control, agravada por prácticas ilegales que acabaron por colapsar las poblaciones locales.
“Hace diez años se depredó completamente. Nos lo terminamos”, lamentó Novelo, al tiempo que recordó que el pepino de mar permanece bajo veda en la mayor parte de Yucatán. Aunque todavía se encuentran algunos bancos aislados en otras zonas de la costa, en Celestún la especie prácticamente había desaparecido, lo que hace más significativo este posible reencuentro.
Un hallazgo que podría cambiar el futuro del refugio pesquero
Si los estudios confirman que el ejemplar pertenece a Isostichopus badionotus, el descubrimiento sería considerado un logro de conservación dentro del Refugio Pesquero de Celestún. Según el Dr. Villanueva, la recuperación de esta especie podría demostrar la efectividad de las medidas de protección implementadas en la zona y abrir la posibilidad de una restauración natural del ecosistema.
Además, el hallazgo podría incentivar una mayor vigilancia y conciencia ambiental entre los pescadores locales. Para las comunidades costeras, el regreso del pepino de mar simboliza no solo una oportunidad económica futura, sino también una muestra del poder regenerativo de la naturaleza cuando se le permite sanar. En palabras de los expertos, “es una señal alentadora de que Celestún puede volver a brillar bajo el mar”.