El Gobierno de México declaró una actualización en las medidas de bioseguridad pecuaria ante el riesgo creciente del gusano barrenador del ganado, una plaga que afecta gravemente a animales de producción. La decisión fue publicada en el Diario Oficial de la Federación y marca un reforzamiento inmediato del Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal.
La medida surge después de que autoridades federales confirmaran la necesidad de ampliar la vigilancia y actuar de forma anticipada para evitar que esta mosca, conocida científicamente como Cochliomyia hominivorax, se extienda a nuevas zonas del país. El mecanismo permitirá aplicar controles más estrictos en regiones donde exista presencia comprobada o riesgo inminente de propagación.
Esta actualización incluye protocolos adicionales para el traslado de ganado, con el objetivo de proteger a los productores y salvaguardar la actividad pecuaria. A partir de ahora, todo movimiento de animales dentro del territorio nacional requerirá permisos específicos y verificación sanitaria más rigurosa.
¿Qué establece el nuevo acuerdo del DOF sobre la emergencia sanitaria?
El acuerdo modifica las reglas previas para activar, integrar y operar el Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal. El propósito principal es reforzar las acciones preventivas contra la entrada y diseminación del gusano barrenador, con operativos prioritarios en las regiones 6 y 7 del Reglamento de la Ley Federal de Sanidad Animal.
Con la activación del dispositivo de emergencia, los movimientos de ganado quedarán sujetos a permisos obligatorios emitidos por autoridades sanitarias. Estos documentos serán necesarios para traslados dentro y entre estados, con el fin de impedir que animales infectados o en riesgo contribuyan a la expansión de la plaga.
¿Cómo impacta esta medida en Yucatán?
La activación del Dispositivo Nacional de Emergencia de Sanidad Animal también tiene implicaciones directas para Yucatán, una región clave en la producción pecuaria del sureste. Con la nueva disposición, los ganaderos y transportistas locales deberán cumplir con controles más estrictos para movilizar animales dentro y fuera del estado, lo que incluye permisos especiales y verificaciones sanitarias adicionales.
Estas medidas buscan evitar que la plaga del gusano barrenador llegue a la entidad, pues su presencia podría afectar gravemente a la ganadería bovina y a otras especies que forman parte de la economía rural yucateca.