Una nueva depresión tropical ha evolucionado a la tormenta tropical Gabrielle en el océano Atlántico central; especialistas vigilan la evolución del meteoro, en espera que se fortalezca y se convierta en el huracán Gabrielle, lo cual pone fin a un periodo de casi tres semanas sin este tipo de sistemas durante el pico de la temporada de huracanes.
La depresión tropical siete, que evolucionó a tormenta tropical, se formó la mañana de este miércoles a 1,900 kilómetros de las islas de Sotavento, en el norte del Caribe y, ya como Gabrielle, se encuentra a 4,230 kilómetros de Cancún, Quintana Roo.
En ese momento, presentaba vientos sostenidos de 56 km/h, a solo 6 km/h de alcanzar el nivel de tormenta tropical, que es de 63 km/h.
El Centro Nacional de Huracanes y el Servicio Meteorológico Nacional anticipaban que se convertiría en tormenta tropical este miércoles por la tarde.
Fecha en la que Gabrielle será huracán
Desde esta tarde, es probable que el sistema se fortalezca hasta convertirse en huracán para el fin de semana, en su trayectoria hacia el oeste-noroeste. Esta será la primera tormenta tropical en el Atlántico desde que Fernand se debilitó el 28 de agosto.
El Servicio Meteorológico Nacional, dependiente de Conagua, señaló que, por el momento, este fenómeno meteorológico no genera lluvia en México y, por la trayectoria que se anticipa, no se espera que represente un peligro para el territorio nacional, por lo cual, hasta hoy no emiten recomendaciones. También es poco probable que Estados Unidos sufra el impacto de este sistema.
Autoridades en la materia recomiendan mantener la vigilancia, para seguir posibles cambios en la trayectoria.
La alta presión al norte de este sistema actuará como un timón durante los próximos días, con un movimiento en sentido horario, impulsando la tormenta hacia el oeste-noroeste, que la llevará al norte de las islas del Caribe oriental este fin de semana.
El oleaje fuerte y las peligrosas corrientes de resaca serán los principales impactos en esas islas, incluyendo Puerto Rico y las Islas Vírgenes.
Esa alta presión se debilitará lo suficiente como para desviar el sistema más al norte, hacia el Atlántico central. El punto de giro determinará su proximidad a Bermudas, la próxima semana.
Otra zona de lluvias y tormentas emerge de África justo detrás de la depresión tropical siete y podría evolucionar lentamente hacia otro sistema tropical a medida que avanza hacia el oeste por el Atlántico oriental y central en los próximos días, según el Centro Nacional de Huracanes.
Este otro sistema no representa una amenaza inminente para tierra firme durante al menos la próxima semana, independientemente de si se convierte en depresión tropical o tormenta tropical.
La séptima tormenta tropical de la temporada generalmente se forma el 3 de septiembre, por lo que este ciclón tropical llega con un retraso de aproximadamente dos semanas.
La mayor parte de la actividad tropical en el Atlántico (depresiones, tormentas y huracanes) ocurre entre mediados de agosto y mediados de octubre. Sin embargo, la mayor parte de septiembre suele ser muy activo, ya que es cuando se combinan múltiples condiciones atmosféricas y oceánicas que facilitan la formación de sistemas tropicales.
Este septiembre ha tenido abundante agua cálida que ha servido como combustible para los problemas tropicales. Las temperaturas superficiales del mar en toda la cuenca son actualmente más cálidas de lo normal y se han mantenido así durante la mayor parte del verano.
Pero de las seis tormentas tropicales de la temporada hasta agosto, solo Erin se ha convertido en huracán.