El cometa interestelar 3i/ATLAS viaja a la vertiginosa velocidad de 58 kilómetros por segundo durante su aproximación al perihelio; es uno de los objetos más rápidos jamás observados en nuestro Sistema Solar.
En un acontecimiento astronómico que ha despertado la atención mundial, el cometa interestelar 3i/ATLAS ha alcanzado su perihelio, el punto más cercano al Sol en su paso por nuestro sistema solar.
Procedente de las profundidades del espacio interestelar, este visitante cósmico se encuentra a 1.36 unidades astronómicas (UA) de la estrella central de nuestro sistema, a unos 203 millones de kilómetros, de acuerdo con Universe Today.
Este objeto, el tercero de origen interestelar detectado en nuestro sistema solar, después de 1i/'Oumuamua, en 2017, y 2i/Borisov en 2019, ha llamado la atención no solo por sus características físicas, sino también por las teorías que ha inspirado.
Hallazgo del cometa
Descubierto el 1 de julio por el sistema ATLAS – un programa que rastrea la posibilidad de impacto de asteroides en la Tierra–, este cometa llamó la atención de la comunidad astronómica por su órbita, con un valor superior a 6, muy por encima del valor 1 que marca el umbral entre objetos atrapados por la gravedad solar y aquellos que solo están de paso. Esa peculiar trayectoria fue la primera pista de su origen interestelar.
Algunos astrónomos lo describen como el más grande, el más rápido y el más antiguo de los objetos interestelares conocidos hasta ahora.
Procedente del disco grueso de la Vía Láctea, se estima que el 3i/ATLAS es mucho más antiguo que nuestro propio sistema solar, y se desplaza a la vertiginosa velocidad de 58 kilómetros por segundo respecto al Sol.
Así describen al cometa
El cierre gubernamental en Estados Unidos ha mantenido a la NASA fuera de la observación de este cuerpo interestelar, pero astrónomos aficionados y agencias espaciales de todo el mundo han observado al cometa.
Las imágenes captadas por el telescopio Gemini Sur, en el Cerro Pachón, en los Andes chilenos, muestran que 3i/ATLAS tiene las características típicas de un cometa común: una coma, una cola antisolar y color verde producto de la emisión de carbono diatómico, o gas cianógeno, como explica el investigador científico Bryce Bolin a Universe Today.
Según el medio de comunicación especializado en el espacio, el 3 de octubre, el cometa pasó a solo 0.19 UA de Marte, donde los instrumentos de la ESA (Agencia Espacial Europea) estaban listos para observarlo, aunque no se confirmaron imágenes directas desde la superficie.
Algunas imágenes generaron especulaciones sobre su forma, pero los expertos aclararon que se trataba de un simple efecto de rastro estelar.
Según Space.com, la Red Internacional de Alerta de Asteroides ha lanzado una campaña para monitorear el 3i/ATLAS, aprovechando la oportunidad para entrenar y mejorar el seguimiento de objetos potencialmente peligrosos, con la participación de astrónomos aficionados de todo el mundo.
Y es que estudiar cometas nunca es sencillo: el resplandor difuso de su coma y su extensa cola alteran las mediciones de brillo y hacen más inciertas las estimaciones sobre su trayectoria.
No hay peligro alguno
El 3i/ATLAS no representa peligro alguno para la Tierra, porque pasará a una distancia segura de 1.8 UA, pero ofrece una oportunidad para probar los sistemas de seguimiento actuales. Tras su perihelio, permanecerá oculto hasta noviembre, cuando volverá a verse al amanecer, moviéndose por las constelaciones de Virgo y Leo.
Universe Today ha dicho que noviembre y diciembre serán los mejores meses para observarlo, aunque solo será visible para telescopios grandes.
El 3 de noviembre pasará a 97 millones de kilómetros de Venus, y días después será observado por la misión Juice rumbo a Júpiter. Alcanzará su máxima aproximación a la Tierra el 19 de diciembre, a 267 millones de kilómetros.
La hipótesis alienígena
La aparición del 3i/ATLAS ha permitido que muchas miradas con diferentes perspectivas den su opinión: el astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard y director del Proyecto Galileo, ha planteado que este cometa podría no ser un objeto natural.
De acuerdo con la más reciente entrada al blog de Loeb, la vuelta al Sol (su perihelio) de una nave extraterrestre es el momento perfecto para realizar maniobras de propulsión. Loeb ha comparado al cometa con un "caballo de Troya" que, bajo una apariencia inofensiva, podría ocultar una tecnología avanzada.
Su argumento se apoya en la inusual proporción de níquel respecto al hierro –aunque esta observación no ha sido verificada por otros equipos– que, afirma, tiene el objeto –una característica más típica de una estructura manufacturada que de un cuerpo celeste–, así como en su alineación con el plano eclíptico, la misma franja por donde orbitan la mayoría de los planetas.
Loeb asegura haber encargado a su equipo la búsqueda de posibles anomalías atmosféricas en la Tierra y ha sugerido que misiones como Juno podrían incluso detectar señales de radio procedentes de 3i/ATLAS durante su paso cercano a Júpiter en marzo de 2026.
Para él, el perihelio representa una "prueba de fuego": si el objeto es un cometa natural débilmente cohesionado, el calor solar —unos 770 vatios por metro cuadrado— podría fragmentarlo y hacer brillar su cola. Pero si fuera de origen tecnológico, podría, en cambio, maniobrar o desplegar "minisondas".
Loeb ha pedido a los responsables políticos que tomen seriamente la amenaza que representaría un objeto de estas características moviéndose en el plano eclíptico.
Los científicos coinciden
La comunidad científica sigue firme en su postura: los datos actuales no indican algo fuera de lo normal.
Por lo que, como en el principio de la navaja de Ockham, la explicación más simple sigue siendo la más probable: 3i/ATLAS se comporta como un cometa típico, aunque su origen interestelar lo convierte en un fenómeno valioso y fascinante por derecho propio.
Llamado a la cordura
El también astrofísico Michio Kaku ha advertido que la comunidad científica está dividida: algunos científicos piden considerar al 3i/ATLAS como un cometa más; el tercero de los cometas interestelares y una roca muy antigua, mientras otros piden analizarla como una nave de visitantes extraterrestres.
Kaku dice que la vuelta al Sol de este objeto será fundamental para explicarlo: al acercarse al Sol, los objetos absorben energía. Si es igual la energía que absorbe que la que desprende, se confirmará que se trata de una roca que, por cierto, no representa riesgo alguno para la Tierra. Si, por el contrario, al acercarse al Sol aumenta la energía que expele el objeto, se tratará de un artefacto creado con inteligencia, que aprovecha su cercanía con la estrella central de nuestro sistema solar para impulsarse de regreso a su origen. Esa, dice Michio Kaku, será la prueba de fuego.
Paciente espera
En los próximos meses, 3i/ATLAS seguirá bajo observación. El 16 de marzo de 2026 pasará a solo 54 millones de kilómetros de Júpiter, donde la sonda Juno podría captarlo en imágenes e incluso usar su antena para buscar señales de radio, aunque esto último pertenece más al terreno de la especulación que al de la ciencia establecida.
Finalmente, en 2026, el cometa abandonará el sistema solar rumbo a la constelación de Géminis, avanzando en dirección a la estrella Zeta Geminorum para continuar su travesía por el espacio interestelar.
A finales de este 2025, el telescopio Vera C. Rubin podrá registrar objetos extremadamente tenues y permitirá detectar con mayor frecuencia nuevos visitantes procedentes de otros sistemas estelares.
Una roca antigua
Por ahora, la evidencia científica indica que 3i/ATLAS es un cometa antiguo, veloz y científicamente valioso. Hasta hoy, no anuncia una invasión alienígena, pero sí nos recuerda que el universo no necesita misterios añadidos para ser fascinante. La sola existencia de un fragmento rocoso errante de otro sistema estelar cruzando fugazmente nuestro sistema solar, debería ser suficiente para recordarnos cuán extraordinario es el Universo y cuán extraordinaria es la tercera roca solar en la que nos tocó vivir.
(Con información de con información de Universe Today, Live, Science y Space.com)