El 30 de julio se celebra el Día Mundial del Bordado, una práctica en la que el estado de Yucatán tiene mucha historia y sobre todo, grandes exponentes. En El Heraldo de México te contamos quién es Zelmy Domínguez, una bordadora que ha representado al país ante organismos internacionales.
Pero antes, vale la pena resaltar que el bordado yucateco es tan importante en la entidad que sus raíces se remontan incluso a la cultura maya prehispánica. Aún así, con el paso del tiempo, quienes practican esta labor siguen presentes en los 106 municipios de la demarcación.
¿Quién es Zelmy Domínguez?
Zelmy Domínguez Chan es una bordadora de Tekit, un municipio localizado a alrededor de 65 kilómetros del sureste de la ciudad de Mérida. Desde muy pequeña, aproximadamente a los ocho años de edad, descubrió una de sus grandes pasiones: el bordado yucateco.
En entrevista para medios de comunicación, Zelmy ha destacado que desde niña veía bordar a su madre y abuela. No obstante, con el tiempo, ella misma fue descubriendo otro tipo de trabajos, una situación que incluso la ha llevado a conocer a más mujeres.
A lo largo de su carrera textil, Domínguez ha destacado en distintas áreas del oficio. Así se dedica especialmente a realizar puntadas a mano, obras con máquina de pedal y en máquina 20U, conocimientos que han llegado a expresarse a nivel internacional.
Zelmy Domínguez y su participación ante la Unesco
El trabajo de Zelmy Domínguez se hizo más visible luego de que en noviembre del año pasado participó en Original, un encuentro de arte textil que fue organizado por el gobierno de México y la Organización de las Naciones para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Sumado a ello, Zelmy fue participante en el Encuentro Binacional de Arte Textil de Mujeres Artesanas que involucró a bordadoras tanto de Yucatán como de Perú. En dicho evento realizado en abril de 2025 se compartieron una serie de propuestas que tienen como objetivo principal preservar el arte textil.
Para Zelmy, este como otros eventos, significó un momento de aprendizaje con otras “hermanas artesanas”. Así lo manifestó para la Unesco, organización que resaltó que la bordadora yucateca “se llevó un pedacito” de Perú y de sus artistas.