Desde marzo de 2025, un nuevo miembro peludo se integró oficialmente al equipo del Palacio Municipal de Mérida. Se trata de Kalimán, un perrito callejero que fue rescatado por indicaciones de la alcaldesa Cecilia Patrón y que ahora cumple una función especial: brindar apoyo emocional a trabajadores y visitantes.
Este canino mestizo no solo fue adoptado y atendido por el personal del Ayuntamiento, sino que también recibió su propio gafete, lo que lo convierte en parte del equipo administrativo. Su presencia se ha vuelto indispensable, pues recorre las oficinas diariamente, repartiendo alegría y ayudando a reducir el estrés de quienes lo rodean.
La historia de Kalimán se ha vuelto viral por su ternura y por el impacto positivo que ha generado dentro del gobierno municipal. Su integración como "terapeuta emocional" es un ejemplo de cómo la inclusión de animales puede transformar ambientes laborales en espacios más humanos y empáticos.
El nuevo compañero del Ayuntamiento de Mérida
Kalimán fue rescatado tras ser encontrado en situación de calle en el centro de la ciudad. La alcaldesa instruyó personalmente su atención veterinaria y su adopción formal por parte del municipio. Desde entonces, el lomito se ha convertido en un visitante constante de cada oficina del palacio, incluso de aquellas que no le corresponden, generando sonrisas con su sola presencia.
Los trabajadores del Ayuntamiento han expresado que la rutina de Kalimán mejora significativamente el ambiente laboral. Su energía contagiosa y la manera en que acompaña a quienes tienen días complicados lo han vuelto parte fundamental del equipo.
Una iniciativa que apuesta por el bienestar emocional
La inclusión de Kalimán en el Palacio Municipal no solo representa una historia de rescate, sino una estrategia de bienestar institucional. Su labor como perrito de apoyo emocional promueve una cultura organizacional más saludable y cercana.
Iniciativas como esta abren la puerta a futuras políticas públicas en favor del cuidado animal y el bienestar emocional en los espacios de gobierno. Kalimán no solo encontró un hogar, sino también una misión: hacer de Mérida un lugar más cálido, desde el corazón mismo de su administración.