Los alrededores de la Reserva de la Biosfera de Celestún fueron testigos de un avistamiento único este lunes 18 de agosto de 2025. En lugar de los tradicionales flamencos que suelen protagonizar las postales del puerto yucateco, lo que capturó la atención de visitantes y pobladores fue la presencia de espátulas rosadas (Platalea ajaja), una especie poco común en la región.
El momento fue documentado por Wiliam Caamal Zaldivar, quien compartió en redes sociales imágenes del elegante vuelo de estas aves, más esbeltas y diferentes a los reconocidos flamencos americanos. La noticia rápidamente se difundió, generando entusiasmo entre los observadores de aves y activando el interés de la comunidad científica por este avistamiento.
Este fenómeno no solo resalta la riqueza de la biodiversidad de Yucatán, sino que también invita a reflexionar sobre la importancia de conservar los humedales y manglares que son refugio de especies residentes y migratorias. La aparición de estas aves rosadas refuerza el valor ecológico y turístico del puerto de Celestún.
¿Qué son las espátulas rosadas y por qué destacan en Yucatán?
Las espátulas rosadas son aves neotropicales que se distribuyen desde el sureste de Estados Unidos hasta Sudamérica. Se distinguen de los flamencos por su pico en forma de pala, que utilizan para buscar alimento en aguas poco profundas, principalmente pequeños crustáceos e invertebrados. Su dieta, rica en carotenoides, es lo que les da ese característico color rosa en el plumaje.
En México, esta especie es residente en ciertas zonas y visitante invernal en otras, lo que hace su presencia en Celestún un hecho de gran relevancia. Para especialistas y observadores, estos registros ayudan a comprender mejor los patrones migratorios y los cambios en el comportamiento de estas aves.
El valor ecológico del color rosa en la fauna
El color rosa en la naturaleza es un fenómeno poco común, lo que convierte a la espátula rosada en una especie especial. Aunque a menudo se confunde con el flamenco, este tono es producto exclusivo de su alimentación, un reflejo de cómo la biodiversidad se encuentra íntimamente ligada a los ecosistemas en los que habita.
La aparición de estas aves en Celestún demuestra la riqueza ecológica de la región y cómo los manglares y humedales proveen alimento, refugio y rutas migratorias a distintas especies. Observar estas tonalidades en la fauna es también una forma de comprender los equilibrios ambientales que sostienen la vida en Yucatán.
Celestún, un santuario de aves que refuerza el ecoturismo
La Reserva de la Biosfera de Celestún es reconocida mundialmente por ser hogar de colonias de flamencos, pero avistamientos como el de las espátulas rosadas amplían el atractivo turístico de la zona. Visitantes nacionales y extranjeros tienen la oportunidad de apreciar una mayor diversidad de especies en un solo recorrido.
Estos registros también refuerzan la importancia de promover un turismo sostenible que proteja los hábitats naturales. La llegada de aves poco comunes se convierte en un recordatorio de que conservar los manglares y humedales no solo es vital para el equilibrio ecológico, sino también para mantener a Celestún como un destino de interés internacional para los amantes de la naturaleza.