PROTESTAS

Promueven dos amparos para quitar la estatua a Los Montejo en Mérida

Asociaciones piden que se invalide el argumento del Ayuntamiento de Mérida de que no tiene recursos económicos para retirarla; los demandantes sostienen que ese monumento es un símbolo de odio racista

LOCAL

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Demandantes aseguran que la estatua es parte fundamental de un discurso de odio, por el mensaje que deja.Créditos: Redes Sociales

A través de dos juicios de amparo, habitantes mayas y personas racializadas de Mérida y de Yucatán han solicitado que se invalide la respuesta del Ayuntamiento de la ciudad de no retirar la estatua a Los Montejo, pues aseguran que se trata de un símbolo de odio racista.

El abogado Miguel Anguas Rosado, de la asociación Kanan Derechos Humanos, recordó que hace unos meses presentaron una petición formal al Municipio para retirar dicho monumento. Como no obtuvieron respuesta, promovieron amparos para que las autoridades contesten. Fue entonces que, entre las razones que dieron las autoridades para no retirar la estatua, está que no cuentan con los recursos económicos para hacerlo.

Fue entonces que presentaron los dos nuevos juicios, con el objetivo de que se invalide esa respuesta del Ayuntamiento y se pueda proceder a retirar esa estatua, la cual fue colocada en el año 2010, en el último día del entonces alcalde panista César Bojórquez.

“No es como que el dinero sea obstáculo, el Ayuntamiento tiene recursos materiales para ir a quitarlo así como tuvieron para ponerlo. Pero más allá del tema de recursos,  sí se deja entrever que no lo están observando como un símbolo de odio racista”, precisó el activista.

Dijo que en las demandas de amparo explican que el argumento del Ayuntamiento de que es una estatua dedicada a los “fundadores de la ciudad”, es racista, ya que incluso está invisibilizando a los pobladores mayas que vivían en estas tierras antes de que llegaran los españoles.

Además, se recuerda que los Montejo no sólo vinieron a colonizar, sino que durante su proceso de evangelización, para imponer su religión a los pobladores originarios, violentaron, torturaron y violaron mujeres.

“Igual encontramos información sobre que la propia reina de la corona española le envió una carta a los Montejo diciéndoles que le preocupaba las violencias en las que se estaba culminando el proceso de evangelización. Incluso hay una sentencia de un tribunal español donde sentencian a los Montejo por esos actos”, abundó.

Miguel Anguas insistió en que son dos personajes que no es que hayan fundado una ciudad, porque aquí ya existía una, más bien vinieron a imponer su modo de gobierno y su religión con base en actos violentos y forzados.

“En sentido lo que estamos venerando a través de un monumento es la figura de dos personas que provocaron violencia, matanza y  otros actos  inhumanos en contra de personas mayas. Por eso lo catalogamos como un discurso de odio, porque si bien no son palabras, es un monumento y todos y todas en Yucatán sabemos quiénes son los Montejo, qué representan y qué hicieron”, remarcó.

El abogado de Kanan abundó que el Ayuntamiento le apuesta a que los Montejo son parte de nuestra historia y por lo tanto se trata de un monumento histórico el cual no quieren retirar. En ese sentido, dijo que al ser un símbolo de odio no puede estar protegido bajo la libertad de expresión y mucho menos es patrimonio cultural.

Además, la estatua se colocó apenas en el año 2010, por lo que no podría calificarse como histórica, ya que los propios reglamentos del Municipio establecen ciertos criterios para considerarlo así, como por ejemplo, que se hayan colocado antes del siglo XIX.

Con respecto a los amparos, este viernes se realiza la audiencia constitucional en el Juzgado Tercero de Distrito en Mérida, es decir, finaliza el proceso de desahogo de todos los argumentos y pruebas para que se pueda estudiar el caso. En ese sentido, la resolución se daría a conocer en aproximadamente tres meses.

Por cierto, Miguel Anguas informó que en las demandas solicitaron que se considere como terceros interesados a la asociación ProHispen, que fue la impulsora de la colocación de la estatua.

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